e diel, 21 shtator 2008

ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA BIOÉTICA.






Da Vinci: Estudio anatomia Rembrandt

-A propósito un del encuentro internacional realizado en Bogotá en el mes de septiembre bajo la dirección del padre Alfonso Llano S.J.-

Con la asistencia de teólogos, filósofos, abogados, biólogos, científicos de varios países de América Latina como de España, se realizó en Bogotá en este mes de Septiembre, la llamada “Semana de la bioética”.
Nos unimos- siempre utilizo el plural, ya que muchas veces no somos un ego que piensa, sino un colectivo que piensa a través de uno mismo- a las voces de aplauso y felicitación al padre A. Llano y a su equipo. Organizar este evento, especialmente en este momento de crisis política y cultural que vive Colombia y el pesado ambiente que dificulta la reflexión, el análisis y la investigación bajo el miedo de ser señalado por el poder imperante, como “enemigo de la patria” fue un gran acierto. Una democracia verdadera, necesita de la reflexión, el análisis, el cuestionamiento tanto de los hechos, como de las supuestas verdades, que desde un poder central y en forma autoritaria se intentan imponer en forma dogmática y por así decirlo fundamentalista.
Por eso el evento señalado, fue un aire fresco, que permitió a los participantes como a los expositores, reflexionar sobre problemas que, a nuestro juicio, trascienden el campo puramente "bioético". A pesar de nuestros interrogantes y diferencias con muchas posturas adoptadas en este evento, que será objeto de este breve escrito-
La primera observación, que aparece de bulto, al analizar el conjunto de los problemas, de tesis, de teorías e ideas expuestas, resalta el atraso cultural científico y aún técnico en que se encuentra Colombia. Si bien es cierto existen investigaciones de punta, como las que realizan ciertas universidades especialmente La Nacional, de igual manera que existen individualidades, pensadores y escritores de un gran valor en nuestro país, sin embargo no trascienden los ámbitos en que ellos trabajan o investigan. Una democracia verdadera, debería alimentarse por el trabajo y reflexión de estos pensadores. Por el momento dejemos esta reflexión para desarrollarlo en otro momento y centrémonos en las cuestiones planteadas por el seminario de la Bioética.
Bajo la égida de Vanseleer Potter, norteamericano, médico y oncólogo fallecido, se han agrupado una serie de teólogos y científicos bajo la sigla de CENALBE quienes han desarrollado varios congresos. Es un hecho que la llamada “bioética” nace en un ambiente y una cultura anglosajona, especialmente norteamericana. Es allí donde empiezan las dificultades, ya que de da la impresión que la palabra "bioética" se convierte en el mercado de las ideas, en propiedad intelectual de este eminente médico y científico y de alguna manera de su grupo. Por esta razón no nos sorprendió el hecho de que un expositor dijera: "hay que ver hasta qué punto, se están tergiversando las ideas iniciales de su autor". En el mundo norteamericano hay una tendencia peligrosísima que busca convertir las ideas y tesis científicas, (así como los valores culturales de los pueblos y sus conocimientos), en mercancías a las cuales se le fija, su propiedad comercial bajo la figura de patentes. Para dar un ejemplo, vemos cómo las investigaciones empíricas o saberes populares, realizados por pueblos amerindios en relación con plantas medicinales, él el caso del Yagé, se ha patentado en los Estados Unidos como propiedad intelectual de monopolios farmacéuticos, que sólo ellos pueden explotar. En el caso del cuerpo como mercancía, se patentan cada día una gran cantidad de, "aguas benditas", recetas mágicas que se venden a creando un mercado de incautos, que buscan angustiadamente la felicidad, el goce el bienestar en el lugar equivocado. Oveja Dolly


En la raíz de la palabra bioética, encontramos que lo Bio es decir la Vida, y la Ética es decir la reflexión y análisis de los Comportamientos,- tanto de los individuos como de los pueblos y las culturas, - no pueden ser encasillados en una sola palabra y menos aún, considerar que una sola persona, desde una reflexión paramédica y con sesgos teológicos, pueda responder a los problemas señalados. Una cosa es considerar y analizar las propuestas realizadas por Potter dentro del campo de lo biológico interrelacionado con la ética y otra cosa es considerar que estos problemas los resolvió dicho autor, con su gran capacidad de reflexión y aportes que haya podido realizar. Si nos ubicamos desde un punto de vista científico, estos avances y reflexiones requieren de un análisis profundo, concreto, de lo que Potter desarrolló en este campo. Esto significa que la bioética desarrollada por Potter, como todos los problemas de las ciencias, debe ser objetos de discusión y análisis y aún de controversia. De lo contrario, las teorías potterianas se pueden convertir en lugares comunes propias de sectas. No por ello dejamos de reconocer que es válida la discusión que se ha desarrollado a partir estas tesis, en el campo médico y paramédico, obligando a los trabajadores de la salud a reflexionar sobre su quehacer y la responsabilidad que ello conlleva. De igual manera a los investigadores y científicos que trabajan en estas áreas biomédicas, para quienes pareciera que su actividad está alejada de los problemas éticos. En este sentido valoramos ese movimiento generado alrededor de los artículos y conferencias de este autor y especialmente los recopilados en su libro: "Bioética: puente al futuro"-que dicho sea de paso es escasamente conocido en el mundo hispánico, fuera de sus especialistas.

La historia de la bioética.





FOTO INTERNET Davinci. Estudio embrión



La ubicación histórica de la bioética, es de suma importancia ya que allí encontramos el núcleo fundamental, que nos permite su comprensión como su análisis crítico. La relación de la bioética con la historia tiene dos aspectos. La primera en cuanto a su desarrollo intrínseco, en relación con la ampliación y evolución de los planteamientos de Potter. En este encuentro, la semana de la bioética en Bogotá, fueron pocas y escasas las referencias a la teoría de Potter. Solamente se hicieron consideraciones generales, se tomaron algunos elementos en relación con sus propuestas como: la equidad, la autonomía, dignidad, interdisciplinariedad, etc., es decir las ideas y propuestas centrales de Potter, sin fundamentarlas desde un punto de vista de su posible paradigma, que conlleve a una epistemología potteriana. Es quizá la crítica mayor que se le puede hacer a los planteamientos de Potter en cuanto que no existen en ellos una epistemología propiamente dicha, que dé cuenta de ”la nueva disciplina” que se ha querido crear, justificando y legitimándola, a la vez que la sitúe en el espectro del conocimiento, tanto de lo biológico, como de la ética.
El segundo aspecto tiene que ver precisamente con la ubicación de estas reflexiones en ese espectro del conocimiento. Es ahí donde se sitúan dos grandes problemas, en relación con esta “nueva ciencia”. En relación con lo biológico, podemos decir que no puede existir una bioética, o mejor una ética de lo biológico, sin relación a la problemática ambiental y ecológica. En este sentido la bioética no puede desconocer el desarrollo de la problemática ambiental y ecológica, sin dejar de situarse tanto a nivel de la problemática dicha, como a nivel de sus tendencias. Es evidente que la visión ambiental y ecológica, no solamente es más antigua que la bioética, sino que ella ha suscitado una serie de reflexiones, planteamientos, tendencias y metodologías que incluyen igualmente lo Bio o fenómeno de la vida, que de alguna manera trascienden la problemática de la llamada nueva ciencia de la bioética.
Desde el punto de vista ambiental y ecológico y de las ciencias diferentes que reflexiona sobre esta temática, es claro que la Vida es un fenómeno, que se puede ubicar perfectamente en el proceso de evolución y transformación del cosmos, del sistema solar y de la tierra. En otras palabras las consideraciones ambientales y ecológicas de lo Bio, se sitúan en un espectro más amplio que lo puramente Bio-genético y sus derivas como lo bio-médico o lo bio-técnico, es decir la ingeniería biológica tan de moda hoy en día.
















El punto de partida

En una reflexión que empezamos hace cerca de 15 años, cuando dedicábamos la cátedra de Ética y Medio ambiente en varias universidades colombianas- y que orientan nuestro trabajo en el CIMA-, (véanse nuestros escritos. “Tesis sobre el humanismo” y “Problemas de la Ética y el Medio ambiente”) planteábamos el problema de la vida desde una perspectiva diferente, como es la ambiental. El cruce entre lo ambiental y lo ecológico, en el cual ubicamos la vida, no lleva forzosamente a una visión evolutiva tanto del cosmos, como de la vida, la sociedad y el individuo. Este punto de partida, este hecho mucho más amplio, más exigente, y más plural, que partir desde lo puramente biológico, comprendido desde una perspectiva médica o para médica.
A pesar de que en el pensamiento potteriano se hace referencia al antropocentrismo, sin embargo en el núcleo de sus planteamientos no logran escapar a él. En primer lugar por su mirada médica, que de hecho es una mirada a lo “humano” con las consecuencias bondadosas que de allí se desprende, como es el de la autonomía, la libertad pero que reduce el planteamiento a una mirada desde “el hombre”. Tal reducción humanista, se refuerza con una ética que tiene claros sesgos religiosos y teológicos. Desde ese punto de vista, no hay explícitamente una consideración a una ética agnóstica o simplemente atea. Por tal razón, existe inmerso en él, una visión judeocristiana, que de hecho riñe con una visión científica y pluralista.
Sin embargo el punto más difícil, es el problema de la evolución. Igualmente hay un sesgo frente a la historia de la evolución y los hechos que la confirman, así como a su teoría científica. Al afirmar que: “se acepta la evolución como algo que Dios ordenó en sus comienzos, y posteriormente dejó al hombre la evolución en sus manos”, es tácitamente una aceptación de las posturas más radicales que tiene que ver con el evolucionismo creacionista. Para nadie es un secreto que el evolucionismo creacionista, es impulsado por los sectores políticos más reaccionarios de Norteamérica con el presidente George Bush a la cabeza. Es una posición política radical conservadora, cubierta de religión, y agresivamente anti-evolucionista.
Por supuesto que no consideramos, que necesariamente Potter y sus pensadores más lúcidos sean explícitamente creacionistas y anticientíficos. De igual manera es meritorio y saludable que otras pociones se hubieran hecho escuchar como en el caso del jurista y agnóstico Carlos Gaviria, el cibernético-social brasileño Waldemar o el cubano Diaz, lo que demuestra que hay una cierta apertura. Pero es un hecho también, que así como el punto del creacionismo no ha sido explícitamente aclarado, con el problema de la evolución hay otros temas, donde no hay claridad, ni posturas consecuentes.
Magtegna. Cristo muerto


Con el respeto que merecen las posiciones teológicas, consideramos que existe un problema no resuelto, como es en la relación entre ciencia y religión. Es indudable que son dos formas de pensamiento, de alguna manera incompatibles. Que una persona sea por un lado un científico y por el otro tenga sus creencias y su fe, como persona individual, como opción individual, no es de extrañar, ni menos aún se puede cuestionar. La cuestión de fondo se ubica en dos sistemas de pensamiento diferentes, ya que desde siempre y por su estructura o “esencias” mismas, ciencia y religión no son compatibles. Desde el punto de vista científico, podemos decir que el problema de Dios, nada tiene que ver con la ciencia. Como lo hemos dicho en el transcurso de nuestra vida y en las cátedras que hemos sustentado, el problema de Dios no es un problema de la ciencia, sino de las religiones y de la ética desarrollada por las filosofías de carácter metafísico. La existencia o inexistencia de Dios no se puede comprobar por la ciencia y sería vano montar una discusión científica seria en torno este problema. Además una posición de esta naturaleza se vuelve excluyente de quiénes no son religiosos ni creyentes. Su principio de “pluralidad” y “transdisciplinariedad” cae en pedazos porque en la práctica excluye el debate necesario, el diálogo y la búsqueda de consenso como debe ser.
Los filósofos metafísicos parten de una concepción de un Dios o un Creador o una Causa Incausada. Pero es claro que hace mucho tiempo que la Ciencia se separó de la Filosofía Metafísica, y que precisamente hoy en día los grandes metafísicos, con su grandes meta-relatos, hayan tenido que silenciarse. Aquí encontramos la otra gran paradoja de la tendencia bioética de Potter y sus seguidores. Y es que al entrar en la cuestión de la Ética lo hacen desde una mirada postmoderna, en un sentido “Light”, liviano y casi rozando los lugares comunes. (Vale la pena aclarar que consideramos la postmodernidad desde dos tendencias: una lúcida, plural, transformadora y otra ligera, desmembrada, segmentada en su sentido y cohesión, que en cierta forma se alimenta del nihilismo de nuestra época). El mismo Potter decía algo así que era una especie de aficionado de le Ética y en un momento dado se cuelga de Aldo Leopold y Hans Jonás, sin sospechar las consecuencias que pueden traer estos cruces.
La impresión que me deja Potter es que es un gran científico en el terreno médico y biomédico, pero como él mismo decía era un amateur de de la ética. Y ese es un terreno vago donde se puede nadar en varias corrientes y la ética se convierte en fórmulas y aún en consejos acerca de un buen comportamiento en el terreno del quehacer biológico.
Conclusiones:




















Chirico. El gran metafísico
Consideramos que la llamada bioética es un campo abierto a la reflexión, en el cual se refleja en dos tendencias. Una de carácter religioso, teológico y que de alguna manera cuando no se opone al desarrollo de la ciencia, intentando cerrar el sistema. En los comienzos de esta” Semana de la bioética”, un expositor español propuso sin empacho que: “se frenara la investigación” como una medida para frenar los supuestos abusos de la investigación, el campo de la biogenética. A esta postura de carácter retardataria, propia del Opus Dei, respondió justamente otro expositor español, biólogo del quien dijo: “¿cómo frenar la investigación, cuando en el caso nuestro estamos haciendo una investigación en lesmaniasis cuyos efectos benefactores cobren a un amplio espectro de la humanidad que sufren de este mal ¿”.aunque con otra postura, pero igualmente en una tendencia de cerrar el sistema, se encuentran los abogados y juristas quienes consideran que el problema es: crear leyes y procedimientos jurídicos para regular la acción, de pensadores investigadores en el campo de la bioética. Esta posición conlleva un riesgo, ya que quienes legislan pueden ejercer un poder, sobre los legisladores y la problemática bioética en contra de la vida de su desarrollo.
La otra tendencia en el campo de la bioética potteriana, es una postura abierta plural que puede entender sus limitaciones, pero al mismo tiempo entiende que debe ir más lejos que las posiciones de su progenitor, para hacer avanzar tanto la ciencia como la ética, en bien de la humanidad, sin distingos de ninguna clase, en una mirada plural y realmente tras disciplinaria, que a partir de verdaderos consensos se llegue a la búsqueda de soluciones eficaces, y salvamento de la humanidad antes de que el cataclismo, nos borre a todos sin distingo alguno.
Lo que resulta claro de toda esta discusión, es que la bioética es de hecho un campo abierto por su dinámica, y que dentro de ella no puede haber exclusivismos, ni reduccionismos, ya que se tratara de una parte invitar a todos los científicos sociales y demás a reflexionar en esta temática, en una visión no solamente inter disciplinaria sino a la vez tras disciplinaria. A la vez que hay una invitación a los científicos, para converger en planteamientos de soluciones eficaces, de otra parte hay una convocatoria a las naciones del mundo, a los pueblos, a las comunidades, desde una visión del hombre real para implementar políticas y unificar voluntades en la urgente necesidad, de solucionar los problemas del medio ambiente, y salvar la humanidad.

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