e premte, 1 qershor 2007

RELACIONES HOMBRE - MEDIO AMBIENTE


Lily Díaz Daza

Bióloga, especializada en Educación Ambiental - Pintora


Introducción

El presente artículo pretende aportar elementos pedagógicos, biológicos y medio ambientales al contexto de la idea de proyecto interdisciplinario para conformar un programa de atención médica y psicológica integral a comunidades y personas vinculadas a diferentes servicios de salud, recreativos y de desarrollo alternativo.

1. Presentar un marco conceptual sobre los elementos y las interrelaciones del hombre y el medio ambiente.
2. Proponer un marco pedagógico para abordar un nuevo paradigma científico que permita la comprensión e integración hombre - naturaleza.

3. Plantear un programa de acciones pedagógicas integrativas del hombre con su propio potencial biológico en relación con su capacidad de percepción, comprensión, valoración, creación y transformación de su medio ambiente.

Marco Conceptual

Elementos e interrelaciones básicos de las relaciones hombre - medio ambiente: De forma muy simplificada, se puede afirmar que el hombre se relaciona con su medio ambiente de múltiples modos como son los procesos de producción de conocimientos, de tecnología y los procesos de reproducción social como el trabajo y la educación, que son afectadas por los patrones culturales, así como por su potencial biológico como especie. Conjuntamente estos dos elementos se desarrollan es un espacio y tiempo determinados, lo cual influye en los diversos tipos de impactos, tanto positivos o negativos sobre el entorno y sobre el hombre mismo.
Así como es imposible referirse AL HOMBRE como uno sólo tipo específico de ser humano, también es imposible concebir al Medio Ambiente, como único, aunque existe esta tendencia en la visión del planeta tierra y su problemática ambiental global. Es necesario entonces, profundizar en la comprensión de las interrelaciones hombre - medio ambiente para posteriormente, aterrizar en la crítica constructiva de los procesos de reproducción social, como el uso de la tecnología y la educación. Esta visión crítica lleva a plantear la necesidad de cambio, la cual se refleja, en la búsqueda a todos los niveles del ser humano, de una nuevas formas de vida basadas en el sentido de pertenencia a la naturaleza y en el reconocimiento de relaciones de interdependencia, que nos puedan facilitar la construcción de una ética ambiental.
Finalmente se resalta la importancia de la labor pedagógica como herramienta de formación de nuevas generaciones con valores ecoéticos, más que antropocéntricos, que orienten la integración hombre consigo mismo, del hombre con la naturaleza, para llegar a plantear alternativas de cambio en la relación hombre, sociedad y naturaleza que permitan conservar y respetar la diversidad biológica y cultural de la tierra.

1. El potencial biológico del hombre como elemento de su relación con el medio ambiente

Para nadie es un misterio la capacidad de transformación de la naturaleza lograda por la humanidad en el corto plazo de diez mil años. Toda esta capacidad de transformación es el resultado de miles de años de evolución y adaptación de nuestro cuerpo, nuestros sentidos de percepción del entorno y de sí mismos, así como de capacidad de reflexionar, generar pensamientos e interrelacionarlos para producir conceptos complejos que modifican y adaptan comportamientos individuales y sociales frente a hechos compartidos. Sin la evolución biológica de nuestro cuerpo representada en la capacidad de erguirnos, el desarrollo de las manos, la capacidad de razonamiento y el desarrollo del lenguaje relacionados con el desarrollo del cerebro, no hubiera sido posible el "éxito" de la especie humana en la transformación de su entorno. Sin embargo, actualmente, es asombroso observar nuestra ignorancia al respecto. Es común que en los proceso educativos tradicionales se desconozca el potencial biológico humano y su posibilidad de desarrollo, como una forma sencilla o de sentido común de percepción del entorno y de su capacidad de transformación.

2. Las culturas como elemento básico en la construcción de las relaciones hombre- medio ambiente.
El desarrollo del potencial biológico también se produjo influenciado por su fuerte necesidad de protección y capacidad de conformación de grupos humanos, los cuales a vez permitieron no sólo un mayor surgimiento de actitudes competitivas sino también de lazos afectivos, de solidaridad y convivencia, las habilidades de observación, conocimiento y reflexión para manejar su entorno, así como los mitos y ritos que proporcionan al grupo humano su cosmovisión en un momento y espacio geográfico determinados. Estas visiones del mundo fueron complejizandose en la medida del transcurso de la historia de la humanidad hasta llegar a constituirse como diversas culturas o realidades complejas de conocimientos, creencias, arte, moral, costumbres hábitos y capacidades que presentan diferentes maneras de ver la naturaleza e interrelacionarse con la misma. Ejemplo de ello, aún se puede observar en las culturas indígenas amazónicas y de la Sierra Nevada de Santa Marta, las cuales subsisten a historias de la conquista española y de las conquistas posteriores de los sistemas de explotación de recursos como el petróleo, el caucho, las pieles, las maderas, la coca y aún de la guerra actual en el país.

3. Lo cultural como determinante de la visión del hombre y la naturaleza. Juicios y prejuicios.

Para el caso de Latinoamérica, la conquista impuso por fuerza y mestizaje, una nueva forma de ver nuestro entorno, o mejor de no verlo. El conquistador español reprodujo en el espacio de las selvas el paisaje ibérico, trayendo consigo la propiedad privada de la tierra, la ganadería, el trigo, los animales de cría como cerdos, gallinas, el conejo y los pavos europeos y los árboles como el sauce, las veraneras entre otros. Se desplazó también al indígena por la fuerza de trabajo negra, borrando gran parte del conocimiento de las culturas prehispánicas. Se inicio una intensa evangelización, que empleo métodos violentos, como la Inquisición, para todo aquel considerado diferente, e incluso se cuestionó la condición humana de los indígenas, pues fueron considerados como animales y en algunos sectores sociales actuales aún son discriminados.
Es así como, nuestra relación actual con la naturaleza llega a basarse en la cultura de base judío - cristiana, que a su vez influye sobre la filosofía y la ciencia impregnándolas de prejuicios de tipo antropocéntrico y morales que han intervenido en la concepción y el desarrollo de las diversas interrelaciones de la cultura occidental frente a la naturaleza. Estas creencias y visión del mundo conforman en su conjunto un paradigma social[2] que ha llegado a dominar por más de dos mil años la construcción del mundo. Veamos a grandes rasgos algunas de estos juicios a priori que enmarcan este paradigma,[3]:
La vida es un caos[4], donde existen fuerzas opuestas, excluyentes, disarmónicas que generan la dualidad de la vida, del hombre, de la naturaleza, de su conocimiento y por lo tanto de su ser y quehacer.

Ante la negación del caos, se plantea entonces alcanzar La Perfección, El Orden, como metas pero a la vez se concibe la perfección como ser o no ser. Los seres, las cosas y situaciones de la vida son o no son. En esta amputación de la Totalidad[5] nace la ruptura o análisis de la realidad, la fragmentación de la Totalidad : lo interno y lo externo, el sujeto y el objeto, el silencio y el habla, lo general y lo específico, lo colectivo y lo particular, el yo y el otro, lo divino y lo diabólico, ser y no ser, acción e inacción, lo natural y lo humano, lo blanco y lo negro etc. Se afirma uno y se niega el otro, se elige, se toma partido, se generan teorías, ideologías, investigaciones y acciones sobre partes específicas de la realidad, sobre partes aisladas de la totalidad que se toman como si estas fuesen la totalidad, generando el mito del conocimiento, de la ciencia, de la verdad única o del misterio o dogma.

Cada campo de la activad humana elige las islas o las partes que se toman como realidad y cada quien define su marco de realidad, su paradigma, sus conceptos. Es decir elige partes de la Totalidad como ciertas o falsas, aceptando y reforzando el pensamiento, las acciones y morales duales no sólo a nivel del individuo sino también de su sociedad y de su conocimiento o de la forma como este se produce.

En todos los tiempos, se hacen dogmas de las verdades de moda y se consideran absolutas y hasta eternas porque se cree que son irrefutables. El que no cabe en el molde se recorta con procesos de socialización como la educación, se le considera loco, desadaptado o se le relega con denominaciones estigmatizantes. En la actualidad estos dogmas de la cultura [6], existen pero pasan desapercibidos, pues constituyen una serie de valores enquistados e ideas fijas , entre los que se pueden citar:

La visión del universo como un sistema mecánico compuesto de piezas que obedecen a leyes naturales
La concepción del cuerpo humano como una máquina
La concepción de la vida en sociedad como una lucha competitiva por la existencia
La creencia de un progreso material ilimitado a través del crecimiento económico y tecnológico
La convicción de que una sociedad, en la que la mujer, los niños y los homosexuales están sometidos al hombre, no hace sino seguir la leyes naturales.
La creencia que el hombre es el centro de todo, esta por encima o aparte de la naturaleza y es la fuente de todo valor. La naturaleza sólo tiene un valor instrumental de uso.
La visión del mundo como una serie de fenómenos aislados, por los cual se considera al hombre separado de su entorno.
Se enfatiza el poder en el sentido de dominio sobre los demás por medio del desarrollo de pensamientos y valores de tipo asertivos, como son el privilegiar el pensamiento racional, analítico, reduccionista y lineal y los valores de expansión, competición, cantidad y dominación.
Prevalecen los valores antropocéntricos sobre el valor de la vida.
Existe la creencia que los valores son independientes de las acciones dando un carácter de neutralidad e infalibilidad a la investigación y a los científicos que la realizan

4. Lo tecnológico y lo productivo como reflejo de las interrelaciones entre el potencial biológico y cultural
Las necesidades de sobrevivencia de la esp
ecie humana y su potencial biológico permitieron el desarrollo de un elemento muy importante en nuestra historia: el surgimiento de la Tecnología. Al ser considerada como un producto de la inventiva, como una prolongación de los sentidos humanos, que facilita la producción material de recursos para la vida de los seres humanos, representa un poder que alcanza su máximo desarrollo en la actualidad, pero que también ha dejado grandes huellas no sólo en la vida del hombre, sino en la de la tierra en general. Es tanto el poder de la tecnología que, como se afirmó anteriormente, se ha llegado a la creencia de un progreso humano material ilimitado basado únicamente en el crecimiento económico y tecnológico, desconociendo los impactos ambientales negativos como la polución, la contaminación, la producción de desechos nucleares, la degradación de tierras explotadas por actividades agropecuarias o agroindustriales intensivas, la deforestación, la extinción de especies silvestres y el empobrecimiento cultural, económico y ecológico de grandes masas de población humana.
La Tecnología en sí misma, no es mala o buena. Nuevamente, las decisiones son influidas por paradigmas culturales, expresados en políticas económicas y de mercado, de quienes tienen el poder decisorio sobre cómo actuar a nivel global y local.

5. Lo educativo tradicional como una forma de perpetuación de las relaciones hombre - medio ambiente
Si queremos que las decisiones cambien, tenemos que fortalecer la educación de nuevas generaciones con una visión más amplia que la del actual paradigma cultural. En una educación donde prevalecen los valores antropocéntricos, conjugados con pensamientos y valores asertivos, seguiremos formando seres humanos para administrar, mercadear y explotar a otros seres y a la naturaleza.
Si planteamos una realidad compleja caótica, como es la Totalidad de la Vida, para su conocimiento y transformación, se necesita del juego libre del pensamiento, del potencial creativo o el movimiento libre de la conciencia y de la energía necesaria para la percepción y acción creativas[7] así como de valores y pensamientos integrativos [8].
En la educación tradicional actual (tanto formal como no formal). se tiende a bloquear el potencial creativo empleando recompensas sutiles e implícitas como alabanzas o aprobación, por repetición o toma de "conciencia" de lo que se "espera" que hagan, por necesidad de confirmación frente a terceros, premios y castigos, por exigencias arbitrarias ajenas a la actividad misma, y por el establecimiento de metas y esquemas de comportamiento impuestos de manera mecánica o externa sin comprensión alguna de la actividad creativa que se desea realizar.
Cuando esto ocurre, las personas, jóvenes o adultas, expresan un bloqueo de su potencial creativo como apatía, aburrimiento o falta de interés, competitividad por recompensa o para evitar el castigo, demostración de una actitud falsa ya que la actividad no tiene significado por sí misma, realización de actividad mecánica y repetitiva, realización del mínimo esfuerzo por pérdida del apasionamiento y tensión frente a la actividad misma y ausencia de creatividad.
La repetición de esta situación durante once o más años de escolaridad produce en el sujeto autoengaño, frustración de su energía creativa, pérdida de confianza en sí mismo, pérdida de autoestima, miedo, exigencia o búsqueda de una autoridad arbitraria, apego a un conocimiento fijo, a unas técnicas fijas y conformidad. Pero esa conformidad genera a su vez aburrimiento y la búsqueda de una salida "excitante" vinculada a cierto grado de fuerza destructiva: la violencia. Esta energía destructiva es la misma energía creativa de la persona, que al no encontrar forma de expresión, se vuelve contra sí misma y/o se proyecta socialmente como violencia.
Esta violencia hace que los sentidos se vayan apagando hasta llegar a la insensibilidad y la indiferencia. Conjuntamente se apaga el intelecto o la curiosidad de conocer, las emociones como la ternura, la compasión y el afecto se ven ahogados y se genera la pérdida de la capacidad de conciencia, atención y pensamiento.
Ante la pérdida del potencial creativo, del libre pensamiento y de la energía para pensar y hacer de una forma renovadora, la educación tradicional entra en crisis como una herramienta para la transformación y generación de nuevos seres humanos con una visión y posibilidades de decisiones más amplias, a menos que se realice un cambio radical en el paradigma social que define el por qué y para qué educar. ¿Educamos para no cambiar? o ¿educamos para afrontar las incertidumbres que plantea la dinámica de la vida, en la cual la especie humana tiene un alta influencia, paradójicamente, por su gran capacidad de transformación de la naturaleza y de sí mismo?

6. La pedagogía ambiental (de la vida) como base para la construcción de una ética ambiental que integre al hombre consigo mismo, con su entorno próximo y con su medio ambiente global
Si se desea dar una respuesta positiva a la formación para afrontar las incertidumbres, surge la necesidad entonces de proponer un nuevo paradigma científico y social que permita desarrollar una visión holística (comprensión de la funcionalidad de las partes y el todo, así como de la interdependencia de dichas partes) y una visión ecológica ( la percepción de la interacción con el entorno natural y social).
Indudablemente, este nuevo paradigma parte de considerar los elementos negados por el paradigma actual, para poder desarrollar un nuevo tipo de conocimiento y visión de la Totalidad de la Vida[9].

Se parte entonces que la vida no es un caos, sino un cosmos significativo donde existen fuerzas diferentes, opuestas, complementarias, interdependientes y armónicas que generan La Totalidad interdependiente, una totalidad relativa.
No se busca alcanzar La Perfección ya que esta se considera diferente de la completitud. A ella le falta lo imperfecto para ser completa, para ser total. Por ello mismo se entiende que la Totalidad NO ES PERFECTA.
La Totalidad de la Vida existe a través de la tensión de los opuestos. Si niegas el opuesto estas muerto. La vida es la interdependencia y complementariedad de los opuestos por ello la totalidad esta viva. Todo existe con todo lo demás, esta interconectado mutuamente: nada existe como una isla.
La interdependencia se entiende cómo el punto medio, de equilibrio entre independencia y dependencia, sus extremos y la incompletitud es sinónimo de pobreza: una cima sin valle, un amor sin odio, un conocimiento sin misterio, un dios sin diablo.
Algunos de estos conceptos son retomados por nuevos paradigmas científicos y sociales como el planteado por Arne Naess, filósofo noruego en los años setenta, conocido como "la ecología profunda", cuya esencia es cuestionar y plantear el cambio de paradigma actual desde los fundamentos de lo moderno, lo científico, industrial, desarrollista y materialista de la visión del mundo y nuestra manera de vivir. Retoma la necesidad de ver el mundo como una red de fenómenos interconectados e interdependientes en la cual se reconoce el valor intrínseco de todos los eres vivos, no sólo del hombre. Plantea la necesidad del cambio de las percepciones de la naturaleza, de lo social y lo femenino, así como del modo de pensar racional hacia un pensamiento intuitivo, sintético, holístico y no lineal. Enfatiza la necesidad de equilibrar los valores asertivos actuales con el desarrollo de valores de tipo integrativo como son la conservación, cooperación, calidad, asociación y valores ecocéntricos (centrados en la tierra). No concibe el poder como una imposición ejercida en estructuras sociales jerárquicas sino como la capacidad de influencia sobre otros cuya estructura principal son las redes de organización social. Finalmente propone el desarrollo de una ecoética basada en la comprensión profunda de la interrelación de todos los seres y el valor de todo tipo de vida, como una forma radical de enriquecimiento de la vida cotidiana.
Posteriormente, científicos de diferentes áreas han venido desarrollando teorías que desde los diferentes campos fragmentados del conocimiento reconocen la necesidad de modificar las ciencias para lograr una visión de la Totalidad de la Vida, contribuyendo así, al cambio del viejo paradigma. Entre ellos podemos citar los estudiosos del pensamiento sistémico, de la física del caos, de los modelos de autoorganización y la complejidad, de la nueva biología, la ecología y el estudio de los fragtales. Tenemos pues, los inicios de una nueva revolución científica y cultural, que apenas comienza su proceso de socialización como herramienta pedagógica para formar hombres con una visión holística de sí mismos y su entorno.

Metodología

Cómo lograr llevar a la práctica pedagógica los principios de este nuevo paradigma, en una idea de programa como "La Casa de Cuerpo"?
Basados en la concepción que todo proceso educativo es soportado por una cultura que establece sus metas conjugando las necesidades de las personas, procesos comunicativos y el potencial creativo[10], se propone realizar un programa de Acciones Pedagógicas Integrativas que pretenden por medio de diferentes estrategias como son la sensibilización en contacto directo entre las personas entre sí y con el medio ambiente, la relajación, la reflexión, la meditación, la argumentación científica, la crítica constructiva y el empleo de técnicas artísticas como la danza y la pintura; que los participantes logren reconocer y valorar su propio potencial biológico y creativo como una herramienta para redescubrir su propio cuerpo y su medio ambiente.

Podemos plantear algunos principios generales:
Partir de apreciar lo que somos y tenemos: partiendo del propio cuerpo, los prejuicios culturales, el entorno, nuestras necesidades y deseos, nuestro potencial biológico y creativo.
Aprender a apreciar la diversidad en todos los aspectos de la vida y de las culturas, incluyendo la importancia de la vida de otros seres y del funcionamiento y dinámica de nuestra propia naturaleza y del medio ambiente.
Enriquecer las conexiones entre los seres humanos en sí mismos y con su entorno por medio de la ampliar la percepción del cuerpo y del ambiente.

A continuación se enumeran algunos de los temas de estas prácticas pedagógicas integrativas.

Para la percepción ambiental por medio del reconocimiento del potencial biológico del cuerpo :
El sentido de la vista: observación de la naturaleza en vivo y directo. El hombre inserto entre el micro al macrocosmos. El sentido del olfato: La importancia de uno de los sentidos más primitivos El sentido del oído: La relación sensación - escucha: Del corazón de la madre al rock. El sentido del habla: Lenguajes de la naturaleza y el hombre. Un sentido que pierde su sentido en el ruido. El sentido del tacto: Ah cerca!, acercar, ah ser, ah! El sexo sentido, El sexo en la naturaleza El cuerpo humano como una antena de radio
Para desarrollar una mayor comprensión de las relaciones de interdependencia hombre - medio ambiente: La acciones pedagógicas integrativas que se plantean no sólo se basan en la comprensión intelectual sino en la vivencia directa y lúdica, así como en la homologación entre fenómenos micro y macro que se producen tanto en el hombre como en la naturaleza y que permiten rescatar el sentido de interdependencia y de equilibrio dinámico de la vida.
La energía que nos une y es la vida. La aventura de un átomo. La energía: entropía organizadora de la vida.
Los elementos de la naturaleza: (Las rocas y el suelo: Los huesos y la piel de la tierra. El agua: La sangre de la tierra. La vegetación: La conexión entre cielo y tierra. La fauna: mensajera de la vida.
La dinámica de la naturaleza. Creación - destrucción: movimiento continuo de la vida: Dinámica del clima, suelo, vegetación, fauna y hombre. No estamos solos: la interdependencia de los elementos de la naturaleza entre sí.
La interdependencia en la relación dual sociedad - naturaleza. Para favorecer la creación y transformación del medio ambiente, depende de la valoración que le demos al mismo no sólo como el espacio geográfico en el cual se desarrolla nuestra vida y la vida de futuras generaciones, sino como el espacio en el cual las culturas reflejan sus formas de vida y proyectan sus deseos. Nuestro espejo: el medio ambiente personal y colectivo- Nuestro hogar ¿Una isla?-El campo del que nos alimentamos- El homo citadinus- El homo cibernético


[1] Este texto ha sido elaborado por Lily Díaz Daza, Bióloga de la Universidad Nacional, especializada en Educación Ambiental y Pintora.

[2] Paradigma: constelación de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidos por una comunidad, que conforman una particular visión de la realidad, que a su vez, es la base del modo en que dicha comunidad se organiza . F. Capra, 1986.

[3] Lily Díaz.. 1991. Aspectos comparativos entre el pensamiento oriental y occidental en torno a la vida, la ciencia y el medio ambiente. Anotaciones generales. Sin publicar.

[4] Caos: un Universo en el cual no existe un equilibrio estático y por lo tanto sus leyes sus fenómenos no se pueden describir con base en las leyes naturales conocidas y reversibles en el tiempo. Es el universo del cual se ocupa la física del no equilibrio, que incluye dentro de su concepto de leyes de la naturaleza, los conceptos de inestabilidad dinámica, probabilidad e irreversibilidad. Ilya Prigogine,. 1997. Las leyes del caos.

[5] Totalidad: o Unidad de la Totalidad de la Vida, sin exclusión sujetiva u objetiva de sus partes o componentes antagónicos, estigmatizados como caos, incertidumbres, inestabilidad, negativo, improbable, imposible, malo, falso, etc.
[6] Fritjof Capra. 1995. La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Editorial Anagrama. Barcelona.
[7] Desmon Morris. 1962. La biología del Arte. Citado por David Bohm y David Peat.1988. Ciencia, orden y creatividad. Ed. Kairós. Barcelona.

[8] Fritjof Capra. 1995. La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Editorial Anagrama. Barcelona.

[9] Cit. 3.

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